1 comentario

Más allá de la cohesión social que genera, la contracara de esa efervescencia es la derrota y dificultad de los oficialismos en las elecciones siguientes a la obtención de un Mundial de fútbol. A excepción de Alemania 2014, todos los oficialismos de los países campeones en el siglo XXI enfrentaron protestas, grandes movilizaciones y derrotas electorales, desde Lula en 2002 hasta Massa 2023, pasando por los "Chalecos amarillos" en Francia en 2018 o los Indignados en España 2011. (https://open.substack.com/pub/cuestiondeestadio/p/el-mito-del-mundial-que-tapa-la-realidad?r=1peeo6&utm_campaign=post&utm_medium=web)

No sé si está medido, pero entiendo que la euforia colectiva y la sensación de bienestar por un elemento externo, al poco tiempo contrasta con los elementos negativos de la realidad y refuerza ese malestar.

Expand full comment