¡Hola! ¿Cómo estás?
Como ayer fueron las elecciones en Argentina se me ocurrió escribir sobre algo actual, que vaya bien con la coyuntura. Así que el envío de hoy es sobre el virreinato del Perú. ¿Pensaste que historia económica y econometría no van juntas? Ya vas a ver.
Espero que te guste. Gracias por leer.
Las preguntas de hoy
¿Qué tan persistentes son los efectos de grandes cambios políticos o económicos?
¿Se pueden ver algunos efectos de las instituciones coloniales aún hoy?
El primer amigo que me hice viviendo en San Pablo se llama Pierluca, el primero que me hice de mi doctorado se llama Niccolò, el primero que me hice viviendo en DC se llama Gianluca. ¿Ves el patrón? Los italianos me caen bien. Hay alguna afinidad cultural, no sé.
Viste que cuando pensás en el estereotipo del argentino pensás en alguien tipo Isidoro Cañones: vivo, medio chanta, no muy confiable “hacia afuera” pero a su vez bien protector de los de adentro, fiel, leal, amigo. “Chanta”, para los que no saben, es una palabra en lunfardo (slang) rioplatense, que se usa para hablar de alguien pícaro, poco confiable, vendehumo, deshonesto pero simpático y que, según wikipedia (y le creemos porque me viene bien), viene del campanio, dialecto sureño de Italia.
Siempre me dio la impresión de que los argentinos nos parecemos mucho más a los italianos que a los españoles (aún cuando la migración española fue mucho más masiva). Cuando le digo esto a alguno de mis amigos italianos me responden, con razón, “¿a los italianos? en todo caso, a algunos italianos”. No lo dicen porque no les gusta que generalice. Lo dicen porque no les gusta que generlice mal. “Vos estás hablando del sur de Italia”. Puede ser.
Está mal generalizar, ‘ta bien. Diría que como judío y latinoamericano estoy autorizado (como el dentista de Seinfeld que se hizo judío para hacer chistes de judíos), pero en este caso la generalización me da menos verguenza porque no solo mi percepción está bien alineada con los datos, sino que el tema de las diferencias tan marcadas entre (a grandes rasgos) el sur y el norte de italia en cuanto a su cultura, sus instituciones, su nivel de desarrollo, su todo está super estudiado desde hace años. Banfield y Putnam (dos sociólogos americanos) desde hace años que escriben/escribieron sobre esto. En “Making Democracy Work”, Robert Putnam elaboró toda una teoría de por qué el norte es más “cívico” (menos chanta) y más desarrollado que el sur.
La bota de la izquierda muestra la presencia de mafias (más verde, menos mafia), la de la derecha muestra el nivel promedio de confianza interpersonal (confianza en gente que no conocés). Más azul, más confianza. Esto sale de un paper de Ruben y amigos. Nada de esto es muy original. En el libro de Putnam vas a ver patrones muy parecidos usando casi cualquier variable que mida “civismo”, democracia (en el sentido amplio), participación ciudadana, hasta honestidad. Y desarrollo: el norte es más educado, más rico, más próspero y más cívico.
También vas a ver este mapita. Te resumo la idea en un tweet (de los que pagás para que te dejen más caracteres y por lo tanto arruinan toda la idea de Twitter). Las regiones en donde están esos puntitos fueron las primeras ciudades “libres” de Italia (hace varios siglos), que surgieron como consecuencia del vacío de poder que dejó la decadencia y posterior caída imperial. Como eran ciudades libres, tuvieron que aprender a gobernarse, para lo cual desarrollaron instituciones que podríamos decir que son el germen del tipo de instituciones democráticas que tienen hoy. ¿Y el sur? En el Sur estaban los normandos, fuertes y presentes. No hubo tal vacío de poder y, por lo tanto, no había necesidad ni condiciones para independizar ninguna ciudad. El norte, donde estaban las ciudades de liberación e independencia temprana, hoy tiene mejores instituciones (dejame ser un poco laxo acá con la definición), personas más “cívicas” (honestas, participativas, de las que no tiran basura en la calle y no cruzan en rojo) y mayores niveles de desarrollo.
Hasta ahora no dije nada sobre causalidad. Lo que muestra Putnam es una simple correlación entre “haberse independizado antes” y “ser más cívico (y desarrollado) después”. Otros autores sí mostraron que esa relación es de hecho causal pero no me voy a meter en eso porque, aunque no parezca, este envío no es sobre Italia.
El ejemplo de Italia me sirve para meterme en algo a lo cual los economistas le damos muchas vueltas: la persistencia. ¿No te parece increíble que pase algo (grande, importante, desestabilizador) hace varios siglos y las consecuencias, las veamos todavía hoy, en nuestra cultura, nuestras instituciones, nuestro nivel de desarrollo?
En América Latina conocemos bien de eventos grandes, importantes, desestabilizadores. La conquista y colonización, por empezar. ¿Cómo influyó la colonización o, mejor dicho, las instituciones que trajeron los colonizadores, en el desarrollo de cada una de las regiones de los países colonizados?¿Qué tan persistentes fueron esos efectos hasta hoy? En 11’ de lectura no voy a darte una respuesta muy completa a una pregunta tan amplia, pero voy a intentar acercarme un poco. Hoy te voy a contar sobre los efectos persistentes de la mita en el virreinato del Perú.
La mita surgió inicialmente en el imperio Inca como un sistema de trabajo que funcionaba como pago de tributo para la comunidad: pagabas tus tributos con horas de trabajo (obligatorias, claro). Así, por ejemplo, construían puentes, caminos, lo que hiciera falta. En 1573 (y hasta 1812), el gobierno colonial tomó la idea pre-hispánica, la llevó un extremo y armó un gran sistema de trabajo forzado exclusivamente dedicado a explotar las minas (Potosí mayoritariamente, pero también Huancavelica) para la Corona.
El sistema era sencillo: todos los hombres originarios de ciertos pueblos tenían que trabajar (en condiciones, digamos, no muy buenas) en las minas. El sistema era rotativo, de manera que cada pueblo mandaba en cada momento a un séptimo de sus hombres.
¿Por qué a la Corona no se le ocurrió mejor mandar a todos los incas de todos los pueblos, todo el tiempo a trabajar las minas, en vez de mandar a pobladores de algunas regiones y de forma rotativa? Aparentemente porque era caro. Trasladar gente era costoso en términos logísticos, sumado a que alguna compensación había y a que no todos los indígenas estaban acostumbrados a vivir y trabajar en altura, o sea que no todos eran muy útiles al propósito de la Corona. El criterio para decidir qué pueblos sí y cuáles no parecía estar basado en dos dimensiones: distancia a la mina (más lejos es el pueblo, menos probable ser conscripto) y elevación (más bajo es el pueblo, menos probable ser conscripto). En total, la Corona eligió a 200 pueblos para que manden a su gente.
El mapa de arriba sale de una versión en español del paper de Melissa Dell sobre el que escribo hoy, y hace zoom en una región con y sin mita en la época del vierreinato (las líneas punteadas delimitan los pueblos con y sin la obligación de mita). El color (más o menos oscuro) representa el nivel de educación promedio de cada lugar medido en 1876. Cuanto más claro es el mapa, varias décadas después de que terminó y varios siglos después de que empezó todo esto, había mayores niveles de educación en promedio en cada distrito. Las regiones oscuras tenían el régimen de mita, las claras estaban exentas. Si graficás lo mismo pero con datos de educación de ayer, el patrón va a ser idéntico: las regiones con mita tienen menos educación que las sin mita.
O sea. Ponés un régimen de trabajo forzado, te vas, volvés en 400 o 500 años y los efectos aún los ves en ciertas variables. Pero seguimos sin hablar de causalidad. Tal vez los pueblos en altura (de donde salieron mayoritariamente los reclutados) eran menos propensos a desarrollarse (por ejemplo, porque el clima es peor y por ende menos apto para producir comida) y, entonces, lo que vemos ahora no sería la consecuencia de haber instaurado un régimen de mita, sino la simple persistencia de vivir en un lugar menos propenso para producir alimentos, para enriquecerse y, eventualmente para tener recursos para estudiar y desarrollarse.
Dell encuentra la forma de identificar un efecto causal. Si hacer experimentos en el presente es difícil, hacer experimentos retroactivos es (literalmente) imposible. Lo que usa Dell es una estrategia cuasi-experimental de la que ya escribí acá (al final del post): RDD, regression discontinuity design. La idea es simple e intuitiva. Si ya sabés lo que es un RDD, podés saltearte el próximo párrafo.
Para explicarla, voy a usar otro ejemplo. Imaginate que querés medir el impacto de haber ido a El Colegio (Nacional de Buenos Aires) versus haber ido a otra escuela, en la performance futura (por ejemplo, salario a los 40 años) de los estudiantes. Lógicamente no podés comparar simplemente gente que fue y gente que no fue y ver cuánto ganan a los 40, porque evidentemente es gente que difiere en mil cosas además de haber o no haber ido a El Colegio. Ahora bien, para entrar hay un examen de ingreso y un punto de corte. Ponele que el examen es de 0 a 100 y el corte es 50 (o sea, si sacaste menos de 50 no entrás). Por supuesto que no podemos comparar el salario del que se sacó 0 (y no fue a El Colegio) y el que se sacó 100 (y sí fue), porque evidentemente son gente muy distinta. Pero la verdad que el que se sacó 51 y entró TAN distinto del que se sacó 49 y no entró no es. Bueno, la estrategia de RDD, bajo ciertos varios supuestos, permite identificar un efecto causal comparando individuos justo antes y justo después de un corte arbitrario.
Sigamos. En el contexto de Peru, el “corte arbitrario” debería permitirnos comparar pueblos que “por poquito” quedaron exentos de la mita con otros que “por poquito” no quedaron exentos. En este caso el “corto arbitrario” tiene dos dimensiones: distancia a la mina y altitud. Mirá el mapita de arriba de nuevo. Mirá los puntitos que marqué en amarillo. La idea es comparar a los que son como el más blanquito (justo afuera del área mita, afortunados) y a los que son tipo el más oscurito (justo adentro del área mita, desafortunados). Seguro que estás pensando en un montón de cosas que podrían “ensuciar” esta comparación (por ejemplo, que se muden los pobladores cerca del margen). Todas esas cosas que estás pensando están discutidas en el paper y, para las que no, recomiendo el post del amigo Stanislao Maldonado acá.
¿Qué pasa cuando comparamos a los afortunados sin mita versus los desafortunados con mita? Los distritos CON mita:
HOY tienen un consumo por hogar 25% menor (es decir, menor ingreso).
HOY tienen un incidencia 6% mayor de desnutrición infantil.
Enfatizo el HOY. La persistencia de la mita se ve ahora, en este momento, en la pobreza y los ingresos de algunos peruanos. Ahora vamos a volar un poco. ¿Por qué el efecto de la mita podría ser tan persistente? Dell tiene una respuesta para la cual tiene evidencia consistente (lo cual no significa que sea concluyente).
Lo primero que muestra es que las haciendas (extensiones productivas de tierra explotadas por la elite privada) se desarrollaron fuera de las regiones mita. Hay varios motivos que podrían explicar esto, pero el más intuitivo es puramente económico: por un lado, trabajar tierras en zonas mita implicaba regalarle a la corona 1/7 de la fuerza de trabajo, cosa que ningun hacendado quería. Por el otro, la Corona no veía con buenos ojos la formación de haciendas en lugares en donde necesitaban la mano de obra para la mina, por lo que la distribución de la tierra dentro del área no exenta de mita era mucho más “comunal”.
Lo segundo que muestra es que los bienes públicos se desarrollaron mucho más en el área exenta de mita. Esto también es muy intuitivo: las elites necesitaban rutas, caminos, educación, todos bienes públicos para lo cual tenían que hacer lobby. Las elites eran, naturalmente, mucho más eficientes para demandarle cosas al Estado y eso se ve hasta hoy: las regiones con mita son menos educadas (como en el mapa de arriba) y tienen peores caminos, puentes, rutas. En otras palabras: se desarrollaron menos.
La tesis es controversial, sin dudas, porque nos dice que la concentración de tierras generó mejores instituciones (por empezar, incentivos para trabajar la tierra), mejores bienes públicos y, por ende, más progreso. Algo que suena bastante contrario a un montón de las hipótesis sobre concentración de la tierra y (sub)desarrollo. Pero, si pensamos que la alternativa a esa concentración de tierras era la mita (trabajo forzado para la Corona), la conclusión empieza a ser más creíble.
La idea de persistencia me parece fascinante y un poco pesimista. Así que para cambiar el tono voy a terminar este post con una actitud más tipo cartel-auto-ayuda-de-cafe-de-especialidad-en-Chacarita (de esos que te dicen cosas tipo “trabajá feliz, hacé cosas hermosas”): que haya persistencia de largo plazo no implica que en el corto plazo no haya nada para hacer. Pero de verdad creo eso, eh. Bienvenidos a mi charla Ted:
Te puede interesar
El paper de la mita lo encontrás acá.
El libro de Putnam es este.
El paper de persistencia en Italia es este.
Si te interesa la historia latinoamericana explicada con econometría, SI O SI tenés que seguir lo que hace Felipe Valencia acá (pronto saca un libro que promete).
La mejor versión del tema “Cinco siglos igual” (que inspiró el título de este envío) es esta, de Gieco y Mollo.
En el próximo envío
“Versátil como ideología de político”. La interna de JxC la ganó Pato y la perdió el pelado. Pero en el próximo envío te cuento por qué la plataforma que va a usar para competir en la general va a ser más o menos la misma que si hubiera ganado el androide.
Quizas le interese "Sebastian Mazzuca - Latecomer State Formation_ Political Geography and Capacity Failure in Latin America-Yale University Press (2021)"
un muy interesante twist en la historia latinoamericana con sus consecuencias hasta hoy
Escribis con una claridad abrumadora!