¡Hola! ¿Cómo estás?
En los 00’s y 10’s hubo una oleada de nuevas universidades en el conurbano bonaerense. Mucha gente no las quiere. A mucha gente le encantan. Yo, argentino.
Abajo uso el caso de la oleada de nuevas universidades gringas para pensar qué efecto pudieron haber tenido las de nuestro conurba en la educación de las localidades en las cuales se instalaron.
Espero que te guste. Gracias por leer.
Las preguntas de hoy
¿Construir universidades aumenta la educación promedio del lugar?
¿Y la actividad, y la innovación?
Hay 3 o 4 temas sobre los cuales suelo diferir profundamente con la gente con la cual normalmente coincido en temas de política de gobierno. Varios de esos temas se refieren a cómo debería ser la política universitaria. Empiezo con uno, sobre el cual no voy a escribir hoy, pero cada tanto me gusta mencionarlo para molestar al amigo Andres Lopez: las carreras universitarias, tal vez con alguna excepción, tienen que durar como muchísimo 4 años. Al menos en el caso de las ciencias sociales. Dejo meme ilustrativo sobre mi posición al respecto que en su momento me hizo mi amigo Trombe.
Próximo tema: prefiero mil veces los sistemas con muchas universidades (en todo caso, chicas) incluso si están relativamente cerca, que pocas universidades (grandes) que se llevan la demanda de toda la zona. Muchos de mis colegas no suelen estar de acuerdo. O tal vez sí en teoría, pero no tanto en la práctica.
El ejemplo por excelencia que le va a venir a muchos a la cabeza es de las llamadas “universidades del conurbano”. Para los lectores que no tienen la suerte de ser en este momento campeones del mundo y de América: el “conurbano” se refiere a los suburbios de la majestuosa ciudad de Buenos Aires. Zonas densas, típicamente de menores ingresos que la capital y con mucha gente que viene diariamente a la ciudad para trabajar o estudiar. La gente suele englobar dentro de “las universidades del conurbano” a un grupo de universidades públicas que creó rápidamente el gobierno en los 2000’s y 2010’s (no confundir con las que se fundaron en los 90’s, como UNSAM, que son otro animal) en varios puntos del, claro, conurbano.
A mucha gente esas universidades nuevas de los 2000s y 2010s no les gustan nada. Los argumentos son variados. Un argumento dice que el gobierno que las creó las terminó partidizando. Esa partidización, dicen sus detractores, toma diferentes formas, todas ellas muy nocivas: desde afectar el contenido de carreras de sociales y humanidades (porque partidizar el estudio de átomos está jodido) hasta usar recursos del Estado para darle puestos a amigos y militantes. Lo de los contenidos ideologizados - no en todas, por supuesto - me consta y lo puede ver cualquiera que consulte un plan de estudios de economía de varias (insisto, no todas, por supuesto) de esas universidades.
Otro argumento muy atendible es que el rendimiento de un peso invertido en educación pre-escolar rinde mucho más que uno invertido en educación superior. No me interesa mucho esa cuentita, básicamente porque el dinero es fungible y no hay ningún motivo para comparar el rendimiento de cada peso público invertido solamente entre categorías de educación. O sea, seguramente un peso invertido en jardines de infantes rinde más que en universidades, pero probablemente rinda aún más invertirlo en otra cosa (yo que sé, suplementos nutricionales para chicos en familias pobres).
Aunque uno podría refinar el argumento. En un extremo, las universidades podrían estar subdemandadas porque a los chicos no les da ni para terminar el secundario y entonces te diría que mejor invertir plata en el primario (o el secundario) que en crear aún más oferta universitaria. Una versión menos extrema (y realista) es que a muchos les da para terminar, pero no para hacerlo al nivel que necesita la actual oferta de educación universitaria pública para recibirlos.
Y acá viene la parte que para muchos es un bug y para mi es un feature. En la Ciudad de Buenos Aires está la Universidad de Buenos Aires. Si vivís en, digamos Florencio Varela (en el conurbano sur de la ciudad) en 2008, ir a la UBA es bastante lejos. Si no tenés un montón de plata, la verdad es que moverte hasta ahí es aún más complicado. Y si encima la educación que tuviste en la secundaria no fue ideal, el esfuerzo que vas a tener que hacer para llegar a la UBA, cursar los cien millones de años que dura la carrera y terminar, va a ser sobrehumano. Hay chances altas de que te quedes en el camino.
En el párrafo anterior te mencioné tres factores que hacen potencialmente inviable la vida universitaria: no tener suficiente plata, vivir demasiado lejos y tener una formación de base no muy sólida. Acercar la UBA a Florencio Varela (así como está) podría alivianar algunas de esas dificultades. Por ejemplo, para el que está bien formado del secundario pero no tiene plata ni tiempo de viajar, la cercanía le resuelve la vida. El que no tiene plata ni tiempo y aparte tiene una formación de base floja, sigue complicado.
Resulta que una de las críticas que se le suele hacer a estas universidades nuevas es que su calidad es heterogénea. Es decir, algunas de ellas no están (supuestamente) al nivel que la universidad pública está en otros lados. Esto es cierto en algunos casos y falso en otros. Pero el punto que quiero hacer es que, aún si fuera todo verdad, la heterogeneidad en la calidad de la educación pública superior es, para mí, una gran cosa. Por supuesto, con estándares mínimos, pero, ¿por qué tiene que ser igual de buena o igual de exigente la facultad de contadores de la UBA que la de, no sé, la Universidad Nacional del Glorioso Barrio de La Paternal (UNGBLP)? ¿Por qué el estudiante que va a privada puede elegir entre universidades de mejor o peor calidad (exigencia y precio) y los de la pública no?
Mi hipótesis es que la oferta variada en calidad y en geografía (o sea, la descentralización) alcanza rápidamente su demanda y eso se ve en la calidad educativa del lugar. En otras palabras: si ponés más universidades, de diferente calidad y en distintos puntos geográficos, la educación de la gente del lugar en que instalaste el edificio, va a aumentar. Ojo que no es obvio lo que estoy diciendo, eh. Si llenás de universidades en lugares en donde no hay demanda (por ejemplo, porque la gente sigue prefiriendo viajar a la mejor universidad pública posible), entonces en el mejor de los casos esa nueva universidad que te gastaste en dejar preciosa va a ser totalmente inocua.
Aleatorizar dónde se construyen universidades y dónde no es imposible, pero Lauren Rusell, Lei Yu y Michael Andrews se dieron cuenta que en USA la naturaleza se encargó de generar la aleatoriedad que necesitamos. Entre el siglo XIX y el XX hubo una expansión bastante fuerte de universidades por todo el país, naturalmente con diferencias de calidad. Algo así como se ve abajo.
Los puntitos son los lugares elegidos para hacer universidades. Por supuesto que no hay nada de aleatorio en la elección. Pero fijate que hay tres tipos de puntos. Los trianguilitos azules son universidades (que existen hasta hoy). Fijate al noreste, en el Estado de NY, al norte está el puntito de Cornell, que se creó en 1865. Después hay puntitos rojos y otros cuadraditos violeta. Los rojos son lugares que en su momento fueron considerados para construir una universidad pero al final se decidieron por alguno de los finalmente se hicieron. Los violeta son lo que podríamos llamar premio consuelo: lugares que se consideraron seriamente para hacer una universidad pero se terminaron descartando y, para que no se sientan mal, el Estado les construyó alguna otra cosa relevante. No sé, una gran carcel, un gran asilo, un gran hospital.
¿Alguna vez te preguntaste como hace un país joven para decidir dónde van las universidades, los hospitales, las cárceles? Seguramente hayan un montón de factores determinantes; cerca de donde hay población, o de medios de transporte, por ejemplo. Pero, ¿qué pasa cuando hay dos locaciones que son igualmente buenas en todos los sentidos? ¿Cómo se elige que va a la localidad X o a la Y, vecinas y comparables en todas las dimensiones relevantes? Se vota.
Lauren y sus amigos mencionan un ejemplo paradigmático. En 1886 el Estado de Georgia quería construir un college técnico. Discutieron, trajeron potenciales municipios y terminaron achicando la lista hasta quedarse con dos: Atlanta y Macon, dos lugares que eran muy similares en todo lo relevante a la decisión. Se formó un comité que terminó dándole exactamente un voto más a Atlanta, que es donde se terminó construyendo lo que es hoy una de las mejores universidades de ingeniería: Georgia Tech. Podría haber estado en Macon pero por esas cosas del azar (porque no me digan que ganar por un voto no es azar), terminó en Atlanta.
Te imaginarás lo que va hacer el paper para encontrar el efecto causal de construir una universidad en la educación futura del distrito: comparar a los ganadores con los “runnerups”, o sea, los que quedaron segundos. Empecemos con algunos resultados.
Primero, lo esperable: si te parás hoy enfrente de la data educativa de cada distrito americano y comparás lugares en donde se construyó la universidad con los runnerups, vas a ver que la probabilidad de que haya al menos un college es 26 puntos mayor. Algo parecido pasa en en el margen intensivo: los distritos ganadores tienen hoy en promedio casi 2 colleges más que los distritos runnerups. O sea: esa decisión de hace 100to y pico de años persiste.
Vamos a lo importante: ¿más oferta de instituciones de educación superior impacta en la cantidad de años de educación que recibe la gente que vive ahí hoy? Los distritos ganadores tienen hoy 14 puntos porcentuales más de población adulta con al menos un Bachelor: 38% contra 24%. Prestá atención a esta sutileza: no es que la gente que de todos modos hubiera estudiado ahora llega más lejos (no sé, antes hubiera hecho un community college de 2 años y ahora hace 4), no, no. O, mejor dicho, no solo eso. Lo que baja dramáticamente es la cantidad de gente sin ningún título de educación superior. Gente que no hubiera estudiado y ahora algo, aunque sea lo más básico, estudia. Y va un dato adicional interesante: la probabilidad de que desertes la secundaria es casi 4 puntos porcentuales más baja en los distritos ganadores. ¿Por qué será? Una hipótesis es que construir universidades más accesibles te da más incentivos para terminar la escuela.
La siguiente pregunta que te tenés que estar haciendo es por qué. Digo, parece obvio que construir una universidad aumenta el nivel educativo del lugar, pero el efecto puede venir de varios canales. Si alguna vez visitaste un campus de las llamadas universidades grandes de los Estados americanos, seguramente hayas notado que son una parte fundamental de la actividad del lugar. Los campus son gigantes, el housing depende en gran medida de la propia universidad, los negocios, todo. O sea que tal vez lo que pasa cuando ponés una universidad nueva es que aumenta tanto la población que vive ahí, que termina generando mayor demanda educativa. Si así fuera, medio que daría lo mismo construir una universidad o alguna otra institución que movilice recursos. Para descartar esta hipótesis sirven los “premios consuelo” que te comenté arriba.
Resulta que construir una institución grande de hecho moviliza la actividad. Las localidades ganadoras terminaron con poblaciones mucho más grandes (en el futuro) que las runnerups. PERO, esa ventaja desaparece cuando comparás a las runnerups con las del premio consuelo. O sea: construir universidades o grandes complejos hospitalarios más o menos que da lo mismo en cuanto a su impacto en la población activa, pero no así en su impacto educativo.
Seguramente te estarás preguntando por qué a alguien debería importarle que la gente estudie más o menos. Digo, bien por ellos, pero al final hay un fin último de la educación superior que es generar ciudadanos más productivos. Toda esta nueva distribución del conocimiento, ¿permeó de alguna forma en la productividad, la producción de nuevas ideas y, digamos, el desarrollo económico de esas localidades afortunadas? En este paper no te lo contestan. Pero uno de los coautores tiene otro paper, con la misma idea, en donde muestra exactamente eso: instalar un nuevo college aumenta en 62% la probabilidad de que se registre una patente nueva en ese distrito. Más población, más educación y más descubrimientos. Nada mal, eh.
Cierro este envío con mi esquema ideal de educación universitaria. Vale para cualquier disciplina social y varias de las que no lo son, pero supone que todo el sistema está coordinado y no que solamente se usa en un par de universidades. Carreras cortas (4 años), poco específicas (1 año base, 2 de materias de tu carrera, 1 de materias de otra carrera), créditos transferibles como mínimo entre carreras de una misma universidad pero en el mejor de los casos entre diferentes universidades. No hay tesis. Las universidades son chicas y están dispersas. Y tienen diferentes niveles de calidades. (Con excepciones) los ayudantes no dan clases, salvo prácticos o alguna cosa particular. Los ayudantes están recibidos. No existe la figura ad honorem. Los alumnos no tienen voto sobre nada que tenga que ver con el contenido de la currícula. Hay un proceso de admisión y cupo. Hay becas (o sea, plata, guita, tarasca, biyuya, morlacos, teca, verdolagas, horneritos, cada principio de mes) para poder estudiar full-time. Se permite la entrada de animales domésticos al aula. Vengan esas puteadas.
¿Sabés que estaría más bueno que un upgrade gratarola a primera? Que compartieras este post con tus amigos con el botón de abajo.
Ah y dejame tu mail si aún no lo hiciste:
Te puede interesar
El paper de hoy lo encontrás acá. El de universidades y patentes lo ves acá.
También me gustó el paper de Khoa Vu sobre universidades nuevas en Vietnam. A todo esto, te recomiendo seguirlo en Twitter porque hace los mejores memes académicos del mercado. [¿esto último sonó tan loser como pienso?]
Ya que hablamos de campus, dejame mostrarte la vista desde nuestro hermoso Campus en McGill. Tenemos menos estudiantes latinos de lo que me gustaría, así que si te interesa hacer un phd en economía en esta hermosura de lugar, no dudes en escribirme a ver si puedo convencerte de que vengas.
El envío de hoy se lee con Campus de Vampire Weekend de fondo (ah, que toca la semana que viene en Montreal, otro beneficio de venirte acá):
En el próximo envío
“Estereotípicos”. “Mamá, la maestra me tiene de punto”. Cuidado que tal vez el nene algo de razón tenga, especialmente si el pibe es de alguna minoría (un migrante, una etnia menos común). ¿Lo peor? En una de esas la maestra ni siquiera se haya dado cuenta que lo tenía de punto. En dos semanas profundizo.
Dificil extrapolar de alla para aqui. El finde tuvimos una charla con mi hermana y cuñado, ambos profesores universitarios, sobre si las universidad es de ricos o es inclusiva. Obviamente que hay gente de menores recursos cursando carreras pero pareciese, al decir de gente experta, que el sistema los echa. Obviamente un déficit gente secundario es un obstáculo muy importante. Me parece que hay que tomar el tema de manera mas holística. Siento que abrir universidades es para gente que pueda cursar con las necesidades bastante cubiertas
Banco la idea, pero no banco las universidades que efectivamente hay en la práctica. Como bien decís son un centro de adoctrinamiento en la religión del estado, son cajas políticas y además, independientemente de la calidad, la mayoría dan carreras de nula o baja utilidad. Si fueran universidades de ingeniería como la de Georgia fenómeno, pero si se van a recibir 15 personas por año y 8 van a ser de sociología, 3 de politología y 4 de Psicología. Nulo valor social, gente condenada a ganar poco y trabajar de algo que no es lo que estudió y a votar al peronismo/comunismo toda su vida. Si se pudieran despolitizar y solo fuesen gratuitas las carreras con valor social, y las que no sirven, haya que pagar, ahí podría considerarlo. Ingeniería 5 años, 2 para prepararlos matemáticamente con lo que no aprendieron en el colegio, 3 de carrera. Contador 1 de matemática y 3 de carrera. Finanzas lo mismo. Medicina un poco más difícil, pero 5 años podría ser, al menos medicina clínica básica sin especialización. Administración de empresas, gran carrera, en 4 años se la puede hacer, tiene salida laboral, si le ponen ganas pueden salir y administrar un negocio de barrio de sobra, emprender.