¡Hola! ¿Cómo estás?
Bueno, gente, lo hicimos. Entre todos lo logramos: salvamos a los pandas gigantes. Mirá si será importante el panda que está en el logo de la organización de conservación de animales más conocida: Vida Silvestre (WWF).
Parece que la campaña funcionó, los pandas se reprodujeron y hoy el censo dice que hay algunos miles. Un éxito.
Te estarás preguntando a quién le importan los pandas. No sé. Pero por ahí hoy te convenzo de que los que sí te deberían importar son los buitres.
Espero que te guste. Gracias por leer.
Las preguntas de hoy
¿Qué pasa con la salud de los humanos cuando se extingue un animal nativo de un lugar?
Cuando era gurrumín estaba muy de moda el tema de salvar a los pandas. Eso y la capa de ozono agujerada eran los climate change de mi generación. El tema de la capa de ozono me parecía muy atendible a mis escasos 10 u 11 años. Lo de los pandas, confieso, me hacía ruido. Digo, todo bien con los pandas, me ponía (y me pone) contento que vivan, pero me hacía el ruido el tema de la valoración extra que presumiblemente había que darle a un ejemplar de una especie por el solo hecho de que queden pocos de esa especie. ¿Por qué me tenía que importar más un panda en particular que un perro en particular? ¿Por qué la vida del panda chino que ni siquiera conozco vale más que la del simpatiquísimo perro Lucho del kioskero de la esquina de mi casa que me daba un abrazo cada vez que me veía? ¿Porque pandas chinos hay pocos y perros como Lucho hay un montón? Raro.
Pero ponele que con los pandas lo entiendo porque de verdad que son muy graciosos y, aceptémoslo, parecen gente de primera. Ahora, uno empieza con los pandas, pero lo que sigue es otra especie y otra y siguiendo el argumento terminamos haciendo campañas para proteger a los lampsilis rafinesqueana. Y todo bien, pero no me pidas que valore más a un molusco bivalvo yanqui que ni quiero saber cómo se ve que al graciosísimo perro Lucho del kioskero de la esquina de mi casa por el simple hecho que resulta que los rafinesqueana se están extinguiendo.
Bueno, más o menos así pensaba cuando era pibe (y un poco sigo pensando, no te voy a mentir). Pero con el tiempo fui entendiendo el argumento que para un chico de 10 años no es tan natural: el rafinesqueana no será tan buen tipo como el perro Lucho, pero su existencia, así como la del panda, cumple un rol (tal vez) relevante para la sociedad que dejará de cumplir si se extingue su especie. El argumento tiene sentido. Esos bichos (a quienes no quiero conocer) seguramente hagan algo que le sirve a tal otro bicho para vivir; y resulta que ese otro bicho también cumple un rol que, si deja de existir, posiblemente afecte a otro que eventualmente nos afecte a mí y al perro Lucho.
Pero con todo el sentido que tiene, a mí el cuento nunca dejó de parecerme bastante abstracto. Medio que parece una verdad de perogrullo que la biodiversidad es buena, pero, … concretamente, ¿qué significa que el laburo de un molusco en particular sea importante para el ecosistema? Seguro que si un shock exógeno hace que repentinamente desaparezca una especie ese cambio va a tener consecuencias en otras especies (porque al mundo hay que pensarlo como equilibrio general) pero, ¿qué cambios y en qué? ¿Cambios malos, buenos? Seguramente alguno de los lectores de este envío sea biólogo y labure en biodeversidad y lea esto y piense (posiblemente con razón, no lo niego) algo tipo “ah bue, este boludo es economista y no sabe toda la evidencia que hay en mi campo”. Y la verdad que no, no sé. Pero it’s my party and I cry if I want to, así que hoy te voy a contar sobre el único paper del tema que logró atraparme y que mira el efecto causal de la pérdida de una especie en la salud de otras especies y que, sí, está publicado por economistas. ¿Hay mejor o más relevante evidencia en otras áreas? No tengo idea. Pero si no te gusta andá a pedile al ñato de Esto No es Biología que te cuente.
Terminado mi trino preventivo, voy al punto. ¿Qué queremos saber? Si cuando se extingue una especie en un lugar específico, otras especies (en particular, los humanos) sufren. ¿Qué necesitamos? encontrar un shock exógeno que haga que una especie en un lugar desaparezca sin tener un efecto directo sobre los humanos. Por ejemplo: si cae un meteorito y eso hace que desaparezcan las vacas y también los humanos, difícilmente podamos atribuir la desaparición de las vacas a los humanos. ¿E’ o no e’?
India, principios de los años 90s. Levantás la cabeza y vez un buitre. ¿Por qué? Porque podés. Porque hay 50 palos buitre, o sea, fácil de encontrarte alguno. Fin de la década, quedan un 5%. Hoy ni te cuento.
Mirá el dibujo de arriba. En el ‘93 pasó algo. Como todo buen ashkenazim que se precie, a mi la espalda me duele desde que tengo memoria. El Diclo es amigo de la gente como yo. Pero aparentemente no es tan amigo de los buitres. Resulta que la patente de la droga esta venció y empezaron a venderlo como genérico. Pero hay más: parece que el Diclo, que antes era recetado para humanos, también empezó a recetarse para vacas. Y ahí empezó la joda. Parece que el Diclo, incluso en porciones pequeñas le arruina los riñones a los buitres (que se comen a las vacas cuando se mueren) y de a poco se van extinguiendo. Recién en 2004 salió el paper documentando esto y en 2006 se prohibió el uso veterinario del Diclo.
Los buitres no tienen fama de ser grandes personas. Pero tienen una función en esta vida: limpiar el campo de cadáveres de forma eficiente y sin dejar casi rastros. O sea, ser carroñeros. Cuando los buitres no están más, las vacas muertas quedan ahí. En el mejor de los casos, te quedan los tomuers ahí y te empeoran las condiciones de salubridad (bacterias, bichos, todo eso que te generan los cuerpos muertos). En el peor de los casos, no solo te quedan los tomuers ahí, sino que vienen otros carroñeros (ratas, ponele), que no solamente hacen un laburo muy malo (se comen unos pedazos pero igual te dejan una gran parte del bicho ahí tirado), sino que traen nuevas enfermedades. Rabia, por ejemplo. Y eso enferma a otras especies, inclusive a las vacas y a los humanos.
Muy lindo el cuento. Pero la pregunta todavía está abierta: ¿cómo hacemos para identificar el efecto de que desaparezcan los buitres en la salud de los humanos? Fácilmente te puedo mostrar una simple correlación en donde las muertes de humanos correlacionan con muerte de buitres, pero si con eso te convenzo, te pido que ni me lo digas.
El mapita de arriba identifica cuatro tipo de zonas. Los rojos son lugares cuyas condiciones naturales son (y siempre fueron) propicias para que haya buitres y también para producir ganado. La gris clarita te indica lo contrario: mal lugar para buitres y también para ganado. Después tenés la zona gris oscura, que anda bien para el ganado pero no para los buitres. Y la azul, que camina bárbaro con buitres pero que para hacer ganado no sirve. Resulta que, como era de esperarse, antes de que se extingan los buitres, solían estar en las zonas rojas y azules. Repentinamente se masificó el Diclo y empezaron a morirse, precisamente en esas zonas (porque en otras no había). O sea que podemos mirar la tendencia de la variable que nos interese (por ejemplo, muerte por ciertas enfermedades) antes y después de la extinción de buitres, comparando zonas rojas (o azules) con zonas grises claritas (o grises oscuras). Si venían parecido y justo se empiezan a separar cuando arrancó el diclo veterinario… y me empiezo a creer que tal vez algo tuvo que ver.
Las barras representan la diferencia en la tasa de mortalidad (humana) entre distritos propicios versus no propicios para buitres, antes y después del Diclo affair. Fijate que la tasa de mortalidad se movía muy parecida entre los distintos tipos de distritos justo hasta el momento en el cual empieza a reportarse la desaparición de los buitres, a mediados de los 90s. De ahí en más, los distritos buitre-friendly empiezan a aumentar la mortalidad mucho más que el resto. Pero la cosa se pone peor: el efecto está principalmente explicando por distritos que aparte de ser propicios para buitres, tenían mucho ganado. O sea, no es Diclo en sí mismo el problema, sino el Diclo que mata los buitres que no pueden llevarse más los restos de animales muertos.
Pero hay más. Si la hipótesis es verdadera, entonces deberíamos ver también un empeoramiento masivo de ciertos canales de transmisión de enfermedades. El principal sospechoso: la calidad del agua. Y ESO ES EXACTAMENTE LO QUE ENCUENTRAN. En las zonas en donde había buitres, la presencia de ciertos patógenos aumenta desproporcionadamente justo después del Diclo-affaire. Y acá viene la magia: haciendo números, 104,386 personas (adicionales) se murieron por la casi extinción de estos bichos.
Bueno, si llegaste hasta acá te hice leer unos doce minutos sobre pájaros, ecosistemas y fármacos. Vos, que te suscribiste en un Newsletter de economía. Pero el que avisa no traiciona, ¿eh? Yo te dije que esto no era economía.
¿Sabés que estaría más bueno que lograr alguna vez en la puta vida aprender a hacer papas con tres niveles de fritura y que queden bien pero en serio, adentro tipo puré y afuera crocantes como Guillo Coppola en sus mejores épocas de tapa de Revista Gente? Que compartieras este post con tus amigos. Copia el link arriba y mandalo a tu Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, Telegram, ICQ o mIRC.
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El paper de hoy lo encontrás acá.
No es que sea un fan de John Mayer, pero este tema está muy bueno y no hay mejor tema para musicalizar el envío de hoy. Dale play a los buitres:
En el próximo envío
“Aborto para unos”. Si querés abortar y el Estado no te deja (o te la hace difícil), es probable que te vaya a ir peor en la vida. La próxima te cuento cómo sabemos.
Muy bueno.
Pensaba mientras leía. No te cerraba el tema del perro lucho y los pandas, pero estudiaste economía que dice que si un bien es escaso aumenta su valor, que ironía (?).
Muy interesante. Me hizo pensar en temas insospechados.
Además me gusta mucho tu tipo de humor.
Muy bueno el dibujo del buitre!